El legendario grupo estadounidense Kiss cerró con broche de oro su gira de despedida, “The End of the Road”, con un espectacular concierto en el Madison Square Garden de Nueva York el pasado sábado. El evento destacó por la energía, la parafernalia visual y las actuaciones impactantes que son característicos de la banda.
Cada miembro de Kiss, conocido por sus extravagantes personalidades en el escenario y el distintivo maquillaje de estilo kabuki, ofreció una actuación memorable. Gene Simmons, adoptando la forma de un dragón, realizó sus clásicas acrobacias, como escupir sangre y exhalar fuego. Ace Frehley hizo que su guitarra lanzara humo y disparara cohetes. Paul Stanley se elevó en un arnés acrobático sobre la multitud para interpretar algunas canciones.
El repertorio incluyó clásicos como “Detroit Rock City” y “Shout It Out Loud”, que fueron recibidos con entusiasmo por la apasionada multitud. Paul Stanley aprovechó el momento para conectar con los fanáticos, expresando gratitud por el apoyo a lo largo de los 50 años de carrera de la banda. Aunque reconoció la nostalgia y la tristeza por el final de esta etapa, enfatizó que la noche era para celebrar.
Durante el concierto, los miembros actuales de la banda se retiraron del escenario para revelar avatares digitales de sí mismos, una sorpresa visual creada en colaboración con la compañía de efectos especiales de George Lucas, Industrial Light & Magic, y Pophouse Entertainment Group.
Este espectacular cierre de la gira reflejó la influencia duradera de Kiss en la música y el entretenimiento, consolidando su lugar como una de las bandas más icónicas de la historia del rock. La banda ha dejado un legado indeleble en la cultura pop y ha influido en generaciones de músicos y fanáticos.