Un grupo cercano a las dos mil mujeres se congregó frente al estadio Ernst Happel de Viena en una manifestación que buscaba expresar su rechazo al concierto de la banda de metal Rammstein. La protesta se centró en las acusaciones de abuso sexual que han sido señaladas contra el vocalista, Till Lindemann, y el teclista, Christian Lorenz.
Las manifestantes portaban pancartas con mensajes como “Creen en las víctimas, no den voz a los perpetradores” y “¿Qué pasaría si fuera tu hija?”, para expresar su solidaridad con las mujeres que han denunciado haber sido víctimas de abuso por parte de los integrantes de la banda.
Bajo el lema “Ningún escenario para los perpetradores”, las mujeres protestaban enérgicamente contra los conciertos programados para ese miércoles y jueves en la capital austríaca, a pesar de los numerosos testimonios de mujeres que han afirmado haber sido drogadas y violadas por Lindemann y Lorenz en los últimos meses.
Hanna Zach, portavoz del partido ecologista Los Verdes, que es el segundo socio de la coalición gobernante en Austria, explicó que la manifestación fue organizada en conjunto con diversas organizaciones feministas, con el propósito de resaltar que el concierto no representa un espacio seguro para las personas.
A pesar de que una petición en línea para cancelar los conciertos logró recabar 17 mil firmas, los organizadores decidieron mantener los eventos musicales tal como estaban planeados.
Durante la manifestación, mientras varias activistas daban discursos, algunos aficionados del grupo musical alemán que estaban afuera del concierto se acercaron para burlarse de la protesta, llegando incluso a quitarse la ropa e insultar a las manifestantes de manera agresiva. La Policía tuvo que intervenir para mantener distancia entre ambos grupos.
Una de las participantes de la manifestación expresó que hubiera sido un poderoso símbolo dejar el estadio vacío en señal de repudio, y lamentó que la información sobre las acusaciones de abuso sexual hacia Lindemann no haya sido suficiente para disuadir a los seguidores del concierto. Manifestó su indignación por el hecho de que tantas personas tuvieran conocimiento de las acusaciones y, aun así, decidieran asistir al evento.
En resumen, cerca de dos mil mujeres se unieron en una protesta frente al estadio Ernst Happel en Viena para mostrar su descontento ante el concierto de Rammstein debido a las acusaciones de abuso sexual contra los miembros de la banda. Las manifestantes exigían que se creyera en las víctimas y no se diera una plataforma a los presuntos perpetradores. A pesar de las peticiones de cancelación, los conciertos se llevaron a cabo mientras algunos aficionados se acercaban para confrontar a las manifestantes, provocando la intervención policial.